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¿Por qué no te funcionan las dietas para adelgazar?

El sobrepeso y la obesidad se han convertido en uno de los grandes problemas de salud pública para  muchos países. A pesar de que se han realizado diversas estrategias para informar a las personas de los problemas que genera el tener malos hábitos alimenticios, no se han obtenido resultados significativos. Entonces ¿por qué si estamos conscientes de lo que pasa, no mejora la situación? La respuesta a esas preguntas es multifactorial, pero una de las principales razones podría ser que enfocamos el cuidado de nuestra salud meramente a lo superficial. Esto provoca que cometamos muchos errores al intentar hacer cambios para cuidarnos más o probar dietas para adelgazar, sobre todo cuando no lo hacemos de la mano de un profesional.

Errores al intentar dietas para adelgazar

El primero de los errores que cometemos es enfocarnos solamente en el peso. Aunque éste es un elemento importante para llevar una vida saludable, no lo es todo ni debería ser el objetivo principal. Cuando adelgazar es el único objetivo que tenemos, muchas veces no nos percatamos de las repercusiones que podría tener en nuestra salud el camino que elegimos. Algunas opciones rápidas tal vez te ayuden a obtener el peso deseado, pero por poco tiempo y, muchas veces, a costa de tu salud. Por el contrario, cuando nos enfocamos en mejorar nuestra salud hacemos un esfuerzo por brindarle a nuestro cuerpo lo que necesita y como resultado secundario obtenemos un peso saludable.

 

El segundo error más común es enfocarnos meramente en seguir dietas y, aún peor, en dietas que puedan dañar la salud. La cultura de las dietas se ha vuelto tan popular que la mayoría ha seguido por lo menos una en su vida. No me malinterpreten, no todas las dietas son malas, las que se acompañan con estrategias de cambios de hábitos alimenticios y estilo de vida son muy favorables. El problema es que la mayoría de las dietas se enfocan especialmente en la pérdida rápida de peso, sobre todo aquellas llamadas “dietas de moda” o “fad diets”. Este tipo de dietas, además de que pueden afectar nuestra salud, son difíciles de seguir e insostenibles a largo plazo. Aunque pudieran parecer efectivas porque se obtienen resultados rápidamente, promueven una alimentación que, siendo realistas, muy pocos podríamos seguir. Eso además genera el ciclo vicioso de subir y bajar de peso y el temido rebote, que tiene un impacto en nuestra autoestima y también en nuestro sistema cardiovascular.

 

Normalmente el rebote sucede porque al llegar al peso deseado sin haber aprendido a comer sanamente, regresamos a una alimentación más abundante y desbalanceada. Por esta razón es recomendable implementar estrategias duraderas y enfocadas a un estilo de vida más saludable. Cuando nos enfocamos a estilos de vida y hábitos alimenticios hacemos cambios paulatinos que se adaptan a nosotros y son más fáciles de mantener a largo plazo. Aunque de este modo nos tome un poco más de tiempo alcanzar los resultados, estos serán duraderos.

 

El tercer error que cometemos comúnmente es no comer snacks cuando los necesitamos. Todas las personas somos diferentes y nuestras necesidades también lo son, habrá personas que necesiten una colación para controlar el hambre, pero en otros casos no se requiere. El problema se presenta cuando sí necesitamos tener una colación entre comidas y no la consumimos. Evitar colaciones cuando son requeridas sólo ocasionará que en el siguiente tiempo de comida tengamos tanta hambre que nos sea más difícil controlar lo que comemos y en qué cantidades.

 

El cuarto error es quitar grupos de alimentos o pasar hambre. Es muy común cometerlo cuando seguimos dietas de moda. Restringir excesivamente las calorías o eliminar por completo un grupo de alimentos puede tener repercusiones negativas en nuestra salud, incluso podría duplicar la ganancia de peso.

 

Para comprender cómo funciona nuestro cuerpo es necesario retroceder miles de años.  En ese entonces las personas pasaban periodos largos sin comida, lo que causó que nuestro cuerpo desarrollara un mecanismo para sobrevivir durante esos momentos. En la actualidad aun conservamos esa reacción y cuando privamos a nuestro cuerpo de calorías o grupos alimenticios, éste asimila que estamos pasando por escasez y para sobrevivir favorece el almacenamiento de energía en forma de grasa. De este modo nuestro cuerpo crea reservas y disminuye el metabolismo para reducir el gasto energético. Es por esta razón que en el momento que abandonamos la dieta y comenzamos a alimentarnos normalmente tenemos una ganancia de peso rápida.

 

El último error es establecer metas poco realistas. Este es un error muy grave porque puede desalentar y afectar la autoestima de las personas al no poder cumplir sus objetivos. Es importante entender que establecer metas pequeñas no significa que no somos capaces de alcanzar algo más grande, pero tanto nuestro cuerpo como nuestra mente necesitan pasos pequeños para irse adaptando. Esto pasa también con el ejercicio; por ejemplo, cuando nunca hemos levantado pesas, proponernos levantar 100 kilos a la semana puede ser irreal, esto no quiere decir que nunca lo vayas a lograr, sino que tienes que darle tiempo a tu cuerpo para adaptarse y fortalecerse. Al igual que en el ejercicio, pequeños cambios en la alimentación te irán acercando a esa meta hasta cumplirla. No te desesperes, los cambios duraderos y los hábitos se van forjando con el tiempo.

 

Para nosotros lo más importante es facilitar tu salud integral, así que coméntanos qué otros temas te gustaría que abordáramos en este blog.

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